
No se ganó Zamora en una hora Es importante no poner demasiadas expectativas en su hijo/a a la hora de empezar. Aprender un idioma es una tarea complicada. Si lo piensas, tardamos unos 5 años en llegar a dominar la sintaxis y el léxico de nuestra lengua materna, y eso con una dedicación constante todos los días de la semana. Aunque hay diferencias significativas entre adquirir la lengua materna y aprender un idioma extranjero, en ambos el proceso requiere su tiempo y no admite atajos. Todo alumno tiene un conocimiento receptivo bastante más amplio que su capacidad productiva, y este hecho es aún más acentuado en el caso de los niños y a los niveles principiantes, y está conforme con el muy documentado ‘periodo de silencio’.
Frases típicas
Después de varios meses cada alumno suele tener una cantidad de elementos simples que puede producir, compuesto principalmente de palabras salientes (frecuentes?) (los colores, juguetes, animales, adjetivos descriptivos, verbos asociados con actividades) y expresiones prefabricadas que trata como si fuera una sóla palabra (por ejemplo, ‘Can you … ?’ ‘Where’s … ?’). Este conjunto se irá aumentando hasta incluir varios centenares de elementos, aunque los niños no serán capaces de recombinar estos elementos de forma autónoma (es decir, aplicar reglas gramaticales) hasta los cinco años.
Audición
La mayor ventaja de tener clases en infantil es el desarrollo de la capacidad de los niños para asimilar los sonidos del inglés. El sistema fónico inglés presenta un gran contraste con el de español, en cuanto a no sólo los 44 sonidos individuales, sino también los efectos del ‘syllable-timing’ en el habla, lo cual concede al inglés su ritmo distintivo. En ningún otro momento de sus vidas estarán tan abiertos a asimilar estos efectos sin esfuerzo conciente. Sin embargo, es difícil que los padres aprecien esta ventaja ya que rara vez tienen la oportunidad para verles hablar con nativos. Se suele notar en el contraste entre las reacciones a una pregunta realizada por un nativo entre los adultos, quienes no la entienden, y los niños, que responden sin más. Es una habilidad que acompaña a los niños a los niveles más avanzados, donde queda patente en los resultados de la sección de comprensión auditiva en exámenes exigentes como el ‘PET’ o el ‘First’ de Cambridge.
Sonrisas y lágrimas
Al principio, algunos niños de 3 o 4 años se resisten a estar en clase sin un familiar. Este comportamiento es perfectamente normal, y se supera con estrategias escalonadas. En Hello, buscamos con los padres la mejor opción para cada niño, siempre con el objetivo de que los niños entren en el aula solos. Así se refuerza su autonomía y el entorno lingüístico es más rico. A los padres que quieren participar o reforzar el aprendizaje de sus hijos en casa podemos proporcionarles sugerencias de actividades que nos han resultados eficaces.
¿Qué hiciste hoy?
“Cuando pregunto a mi hija qué ha hecho en clase me dice, ‘Nada,’ o ‘Hemos pintado’ o ‘Un video.’ Pero realmente ¿qué es lo que hace?” Así es la experiencia de muchos padres, y es normal que se interesen por las actividades que hacen sus hijos en clase y que se preocupen cuando reciben escasa información acerca de ellas. En parte la incomunicación es propia del estudiante, pero también demuestra que los alumnos no perciben las clases en nuestra Academia como clases formales. Sea cual sea la razón, si tienes cualquier consulta, no dudes en planteárnosla, y no te olvides de las tutorías trimestrales. Los profesores están encantados a explicar con detalle su labor.
Mi hijo no me habla
“Le pido a mi hija que me diga algo en inglés pero no dice nada.” Así se lamentan muchos padres y madres en los comienzos. No se preocupe, al principio es normal, el hecho de que su hijo o hija no responde a su petición no significa que no sepa. Joss Pinches co-propietario y fundador de Hello Idiomas cuenta la siguiente anécdota. “Mis dos hijos son bilingües y en casa yo les hablo únicamente en inglés. Sin embargo, siempre me responden en español y se niegan a hablarme en inglés. Estaba un poco preocupado, hasta que pasamos el verano en Inglaterra y de repente cambiaron de un idioma a otro como si nada.” La perspectiva de los niños es diferente, lo que para nosotros es pura curiosidad desinteresada, para ellos puede representar una prueba o un espectáculo. Las asociaciones con un contexto determinado, también influyen, y hay que recordar que su capacidad receptiva va mucho más allá que la productiva. Recomendamos no insistir si su hijo no quiere demostrar su inglés, pero podemos citar muchos casos en que los padres han sido sorprendidos con muestras de dominio cuando menos lo esperaban.
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